UNA VERDADERA LASTIMA

El pasado viernes, en el partido que enfrentó al Cádiz con el Portuense, Héctor, una de las piezas imprescindibles del equipo, le tocó vivir una de las peores pesadillas de un futbolista, una lesión considerable. Y digo considerable, porque la cosa pintaba muy mal, y todo daba a presegiar, que Héctor estaría más de dos meses lesionado, pero gracias a Sebastián, que con sus contactos le consiguió adelantar las visitas al traumatólogo y el buen trato que están teniendo con él, Héctor comenzará la rehabilitación a principios de Septiembre, para reincorporarse lo más rápido posible al equipo.

El accidente se produjo en una extraña jugada, en la que Héctor y el contrario, saltaron para pelear un balón, y el jugador cadista, con mucha mala suerte, cayó de una estraña manera al suelo, pero de pie. En ese momento, se agarró del cuello, y dejó de moverse. Todos nos temíamos algo peor, pero Héctor, haciendo un esfuerzo por decir algo, avisó a sus compañeros de que sentía la clavícula rota. Y así fue, fractura en la clavícula izquierda. Rápidamente salió del campo, y con sus padres se dirigió al hostipal para que allí lo trataran.

Aún en estas circustancias, Héctor, como buen compañero, ha asistido a los dos entrenamientos de después de ese partido, lo que nos ha alegrado mucho a nosotros, sus compañeros. Y como ya dije antes, a principios de Septiembre volverá al trabajo.

Desde aquí mandarle un saludo a Héctor, y desearle una rápida recuperación, para que en breve volvamos a disfrutar del fútbol que lleva en la sangre este chaval.