jueves, 11 de junio de 2009

CORDOBA 2 - 2 CADIZ ( 4 - 3 TOTAL)

Partido de infarto el que se vivió el pasado domingo en Córdoba, entre dos equipos que buscaban el pase a la fase final del campeonato andaluz, que se celebrará este fin de semana en la propia Córdoba. El Cádiz afrontaba el partido con mucha tensión, ya que el primer objetivo del partido era conseguir marcar dos goles y no encajar ninguno. Y así fue como sucedio, pero al cabo de la primera parte. Los goles los consiguieron Pepe, en una jugada estraña dentro del área pequeña rival, en el que acabó con el bálón en el fondo de las mallas, y Jose, que tras una falta lanzada desde el lateral, y un seguido despeje del portero cordobés (que dejó su puerta vacía), remató el que sería el gol de la sentencia de los amarillos. Pero amigo, la suerte pocas veces acompaña al que realmente se la merece, y es que en la última jugada de la primera parte, tras un despiste defensivo, llegó el acortamiento de distancias, con un disparo desde fuera del área, que con poca colocación pero con mucha potencia, provocó que Diego, que blocó el balón, despejara con poca fuerza (ya que los guantes, recién estrenados, le hicieron un estraño) hacia atrás, y acabara metiéndose el baló en su propia portería. Mala suerte, sin duda. Este gol igualó la eliminatoria, y además, provocó una fuerte desmoralización en los amarillos, que tras dejar prácticamente sentenciada la eliminatoria, se vieron en el marrón una vez más. Faltando escásamente 20 minutos para el final, el extremo cordobés recogió un pase en diagonal por encima de Francis, que rápidamente se volvió para ir a la caza del jugador verdiblanco, pero por la velocidad del mismo, no pudo hacer nada para alcanzarlo, y Jose, que había salido en lugar de Diego, salió a la desesperada a despejar ese balón, pero el jugador cordobés realizó una fantástica vaselina, que entró sin resistencia en las mallas del equipo amarillo. A la desesperada, el Cádiz realizó un cambio de táctica, dejando atrás a solo tres defensas, y metiendo a un punta más, dejando arriba a Jose y a Dani. Estos dos provocaron las últimas oportunidades del conjunto amarillo, que jugó más con el corazón que con la cabeza, y a punto estuvo de conseguirlo, por que estos dos últimos, en dos o tres jugadas cada unos, estuvieron a punto de volver a dar a los amarillos la eliminatoria, pero los balones se pasearon por la cepa de los palos. Una pena sin duda, el no haber podido pasar a la siguiente fase, pero dentro de dos años se volverá a intentar y esta vez seguro que pasaremos. Cabe destacar que el partido se jugó en un campo de césped que parecía la cordillera de los Andes, con numerosas colinitas de césped, que dejaban al campo como si de una cordillera se tratara, y además, con un césped larguísimo, lo cual es más agotador. Y para redondear la tarde, treinta grados centígrados.